Junto con nuestros socios y socias, el Fondo para la Innovación de los Derechos de la Infancia siempre está estableciendo vínculos, aprendiendo, cuestionando y descubriendo. Nuestro futuro se está definiendo conjuntamente, con base en las nuevas relaciones, en la investigación provocativa y en la exploración colectiva. En ese proceso, un conjunto de valores profundamente arraigados orienta y fundamenta todo lo que hacemos:
Entendemos que la opresión es estructural, interseccional y multifacética y, por lo tanto, apoyamos el trabajo que aborda los múltiples niveles de la opresión tal y como los viven los más afectados.
En la tradición feminista negra, priorizamos y amplificamos el liderazgo y la visión de los niños, las niñas y las personas jóvenes, de las personas jóvenes que son activistas y trabajadoras, de quienes llevan adelante las iniciativas de defensa y de los aliados afectados por la opresión sistémica, tanto si se identifican o no como parte del movimiento por los derechos de la niñez.
Nos adentramos en este proceso con un espíritu de curiosidad: curiosidad por el espacio de los derechos de los niños y las niñas, por el trabajo de garantizar sus derechos, por las personas que participan en este trabajo y por cómo podemos avanzar juntos en los derechos de la infancia y la juventud.
Nos comprometemos a equilibrar la necesidad urgente de actuar en apoyo de movimientos con la necesidad igualmente importante de invertir en las relaciones. Entendemos que ambas están al servicio del trabajo que esperamos realizar con nuestros socios y socias.
Honramos y tratamos de promover los logros alcanzados por los líderes y las líderes jóvenes, quienes defienden los derechos de los niños y las niñas, los trabajadores y las trabajadoras jóvenes y los ancianos y las ancianas de varias generaciones que han construido sistemas formales e informales para promover los derechos de la infancia frente a la violencia estructural.
Actuando desde la transparencia radical, compartiremos lo que estamos aprendiendo y cómo pensamos actuar dentro de la comunidad de los derechos de los niños y las niñas. En nuestras estrategias, rechazamos las tendencias supremacistas blancas hacia el secretismo y el perfeccionismo.
Somos conscientes del modo en que las jerarquías de la edad se combinan activamente con el patriarcado, el poder institucional, el colonialismo y la supremacía blanca para restar poder a los niños, las niñas y las personas jóvenes. Buscaremos la equidad y la justicia escuchando a los que tienen menos poder en la filantropía.
Todo acto de resistencia, por grande o pequeño que sea, desestabiliza y transforma el poder arraigado. Honramos todos los actos de resistencia contra el poder supremacista blanco, patriarcal y colonial. Nos centramos en nuestra liberación colectiva.